viernes, 19 de abril de 2013

Acampadas

El otro día recordaba las canciones que cantábamos cuando ibamos de acampada con los Scouts y hacíamos una marcha (como lo llamábamos nosotros). Me trajo muy buenos recuerdos y a la vez me hizo reflexionar sobre la importancia que tienen. 

Las acampadas son un medio muy favorable para desintoxicarnos de las tecnologías que tanto daño hacen por su abuso, fuera ordenadores, móviles y televisión, con todo ello hace que valoremos a las personas que tenemos a nuestro alrededor y que  se fortalezcan las relaciones sociales, sin olvidar que apreciamos los pequeños detalles y no lo material.


Para que una acampada sea totalmente efectiva se debería no permitir a los chicos que llevaran comida y tener así una educación en hábitos saludables en cuanto alimentación de esa manera comen a la hora establecida y sin tener que comer entre horas alimentos que no son saludables como las chucherias.

A la vista está que tendrán un disfrute de la naturaleza, aprendiendo a cuidar el medio natural que estamos dañando con la contaminación. Esto es fundamental que aprendan a vivir en otro medio y en otras condiciones.
Respecto a las actividades todas de formas lúdicas fomentarán la cooperación y alejarles de todo lo nocivo que nos persigue para ocupar nuestro tiempo, y ya no me refiero a las tecnologías que permiten el juego y aíslan a los niños, sino a medida que van creciendo el tabaco, el alcohol, cosas que al fin y al cabo les hace ser dependientes a muy poca edad, y es que cada vez se empieza antes.

No sé por qué desde los colegios no se fomenta este tipo de actividades, supongo que habrá algunos que sí como en todos sitios, pero me parece que es una buena manera de educar a los niños en un ambiente sano y de manera saludable, la verdad es que no le veo ningún inconveniente. No creo que sólo se pueda hacer en asociaciones sino a través desde el propio colegio que nos está educando y que en lugar de hacer excursiones a parques temáticos, organicen este tipo de actividades. También veo muy positivo el hacer viajes culturales pero se pueden combinar con una acampada, aprovechar unos de los días para visitar la ciudad cercana, los pueblos que tanta riqueza nos aportan, y conocer costumbres, monumentos en equipo. Para sacarle un mayor rendimiento a la visita cultural utilizar el juego para que aprendan a través de él y olvidarnos de las visitas guiadas que a esas edades pueden resultar aburridas.

A lo largo de los años se echarán de menos, se recordarán las canciones que cantábamos todos juntos, las veladas, los juegos en los que participaban los padres, aquel lugar que no volviste a ir, y millones de anécdotas que te harán que quieras volver como un acampado y no como un monitor (aunque de ambos modos se disfruta pero de distinta manera). Apostar por este tipo de educación no formal hace que formemos personas con  valores y concienciadas, y unos hábitos saludables de vida.

1 comentario:

  1. Yo también soy de las que pienso que las acampadas y las salidas al campo deben de fomentarse, tanto para los niños como para los adultos. Así podremos hacer ver a los niños que la cantidad de objetos materiales de los que disponen en sus casas, no son necesarios, y que se puede vivir perfectamente sin ellos.

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